lunes, 27 de agosto de 2012

1. AUTOESTIMA

Autoestima es ser conscientes de nuestros actos, es despertar y darnos cuenta de nuestros comportamientos subconscientes. El autoestima implica conocerse a si mismo y así darnos un tiempo para reflexionar. Si somos consientes y conocemos nuestras fortalezas y debilidades tendremos la capacidad de llegar al destino que escojamos. Si estamos despiertos y nos conocemos tendremos la capacidad de decidir lo mejor para nosotros. Si una persona no tiene autoestima, sera muy difícil que tome el camino del liderazgo porque no estará consiente de su realidad.    




AUTOESTIMA: La base del Liderazgo

La autoestima tiene dos ejes: la capacidad de sentirse seguro y la capacidad de valorarse a si mismo. Cuando se tiene baja autoestima, la conducta menoscaba permanentemente a los demás y tratamos así de subir el autoestima de forma ficticia. para subir el autoestima de forma real se requiere de un proceso mas complejo, el cual sera con una terapia psicológica e ir construyendo, poco a poco, las bases sobre las que se desarrollara su seguridad y valoración. Las personas con baja autoestima tienen otro tipo de conducta, tratan de ponerse en situaciones en las que terminas asiendo las cosas mal. A través de comportamientos subconscientes terminan comprobando que en realidad no son personas capaces. Otro resultado de la baja autoestima son los excesivos celos profesionales y la incapacidad para innovar y cambiar. En un estudio de la UPC, se encontró que el principal tabú en las empresas es hablar del estilo de liderazgo del jefe.  



Somos creadores de profecías

Las profecías que se cumplen, ocurre cuando tenemos una creencia tan profunda que actuamos como si fuese verdad. Estas profecías están presentes en la economía y la empresa. En la empresa, la profecía que se cumple crea círculos viciosos entre jefe y subordinado, si el  subordinado siente que su jefe no lo escucha se desmotivara y tendrá baja productividad. Nuestros pensamientos son escultores de la obra de nuestra vida, como los utilicemos solo depende de nosotros mismos.  





Hay que sacarse las vendas para competir

Cuando trabajamos sin ser conscientes de nuestras conductas y sus consecuencias estamos actuando desde una parte sumergida, el subconsciente. En talleres de liderazgo preguntan sobre los aspectos mas positivos de la persona y las áreas que tiene que mejorar. Mientras mas conscientes de nuestros actos estemos, mejor sera nuestro manejo interpersonal y evitaremos conflictos innecesarios. Estar despiertos significa mirar por nuestros ojos y observar todo lo que ocurre; es aceptar criticas y sugerencias de los demás. Ayudar a despertar a los demás no solo mejora nuestras relaciones con ellos, sino que también los haremos crecer como personas.  





Desactivando los botones de la mente

Cuantas veces reaccionamos desproporcionadamente, el ser humano tiene botones que al ser presionados generan conductas explosivas que destruyen la comunicacion. Hay dos causas que originan estas reacciones: tener una niñez traumatitica y el estres en el trabajo. Si tenemos una solida autoestima, aun en circunstancias mas dificiles, nos sentiremos mas seguros y menos propensos a explotar. Un antidoto para desactivar los botones, es pensar mas en los demas. Nuestro ego es un guardián que vigila el mundo para ver estímulos externos. Tener una actitud implica darle descanso a ese guardián. Otro antídoto es la respiración, es el que cambia la fisiología de nuestro cuerpo y nos relaja, corta cables mentales que une los botones con nuestro cuerpo. Desactivemos los botones que nos hacen explotar, tomemos el tiempo para analizar la situación con calma. 




La cultura de la excusa

Cuantas veces, nos quedamos esperando que los éxitos en la vida nos vengan de pura suerte y  damos excusas para encubrir nuestra falta de responsabilidad. La excusa es la distancia mas corta entre la responsabilidad y la irresponsabilidad.  A los que tienen baja autoestima les cuesta mucho admitir sus equivocaciones, ello confirma que no son competentes. Las excusas son muy útiles: reducen el trabajo y no cuestan nada, pero tienen un costo escondido. Las excusas nos permiten engañarnos a nosotros mismos. Tenemos que cambiar la valoración negativa de la palabra "error", puesto que un error solo es negativo cuando no aprendemos de el.




Pequeñas metas, grandes logros

El secreto del éxito es la perseverancia, que no es una actitud muy popular. En estos tiempos luchamos contra obstáculos sin experimentar gratificaciones a corto plazo. Postergar la gratificación es la base de la disciplina en la vida. El secreto para lograr la perseverancia es alcanzar pequeñas metas que nos lleven al objetivo final. La perseverancia requiere que confiemos en nosotros mismos, que seamos capaces de salir adelante por nuestros propios esfuerzos. Confiemos que al final del camino, si trabajamos con perseverancia superaremos todos los obstáculos en la vida.



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